jueves, 15 de abril de 2010

concilio vaticano segundo

El Concilio Vaticano II fue un concilio ecuménico de la Iglesia católica convocado por el papa Juan XXIII, quien lo anunció en el mes de enero de 1959. Fue uno de los eventos históricos que marcaron el siglo XX.

El Concilio constó de cuatro sesiones: la primera de ellas fue presidida por el mismo Papa en el otoño de 1962. Él no pudo concluir este Concilio ya que falleció un año después, (el 3 de junio de 1963). Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el Papa Pablo VI, hasta su clausura en 1965. La lengua oficial del Concilio fue la lengua latina.

Fue el Concilio que contó con más representación de todos, con una media de asistencia de unos dos mil padres conciliares procedentes de todas las partes del mundo y de una gran diversidad de lenguas y razas. Asistieron además miembros de otras confesiones religiosas cristianas.

El Concilio se convocó con los fines principales de:

Promover el desarrollo de la fe católica.
Lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles.
Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo.
Lograr la mejor interrelación para con las demás religiones, principalmente las orientales.
Se pretendió que fuera un aggiornamento o puesta al día de la Iglesia, renovando los elementos que más necesidad tuvieran de ello, revisando el fondo y la forma de todas sus actividades.

Pretendió proporcionar una apertura dialogante con el mundo moderno, actualizando la vida de la Iglesia sin definir ningún dogma, incluso con nuevo lenguaje conciliatorio frente a problemas actuales y antiguos.

El Concilio Vaticano I (1869-1870) no había terminado debido a la suspensión impuesta por el estallido de la guerra franco-prusiana. Algunos querían que se continuara este concilio pero no fue así. Los sectores más liberales o modernistas dentro de la Iglesia lo consideran uno de los 5 concilios más importantes (Niceno I, Calcedonense, Lateranense IV, Tridentino y Vaticano II). Trató de la Iglesia, la revelación, la liturgia, la libertad religiosa, etc. siendo sus características más importantes la renovación y la tradición.

En cambio los sectores más conservadores aplican un término llamado la hermenéutica de la continuidad para leer los textos conciliares a la luz de la Tradición y el Magisterio bimilenario para que no entre en contradicción.

Pero los sectores tradicionalistas, como la Hermandad San Pío X denuncian que el Concilio enseña errores y que hay puntos que deben ser condenados porque contradicen abiertamente la Tradición, el Magisterio Papal y de los anteriores Concilios de la Iglesia católica.


Revolución Industrial


La Revolución Industrial es un periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, en el que Inglaterra en primer lugar, y el resto de Europa continental después, sufren el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la Historia de la humanidad, desde el Neolítico.

La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la industria y la manufactura. La Revolución comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos del hierro. La expansión del comercio fue favorecida por la mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril. Las innovaciones tecnológicas más importantes fueron la máquina de vapor y la denominada Spinning Jenny, una potente máquina relacionada con la industria textil. Estas nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad de producción. La producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos primeras décadas del siglo XIX facilitó la manufactura en otras industrias e incrementó también su producción.

Así es que en la revolución industrial se aumenta la cantidad de productos y se disminuye el tiempo en el que estos se realizan, dando paso a la producción en serie, ya que se simplifican tareas complejas en varias operaciones simples que pueda realizar cualquier obrero sin necesidad de que sea mano de obra calificada, y de este modo bajar costos en producción y elevar la cantidad de unidades producidas bajo el mismo costo fijo.
La existencia de controles fronterizos más intensos evitaron la propagación de enfermedades y disminuyó la propagación de epidemias como las ocurridas en tiempos anteriores. La revolución agrícola británica hizo además más eficiente la producción de alimentos con una menor aportación del factor trabajo, alentando a la población que no podía encontrar trabajos agrícolas a buscar empleos relacionados con la industria y, por ende, originando un movimiento migratorio desde el campo a las ciudades así como un nuevo desarrollo en las fábricas. La expansión colonial del siglo XVII acompañada del desarrollo del comercio internacional, la creación de mercados financieros y la acumulación de capital son considerados factores influyentes, como también lo fue la revolución científica del siglo XVII. Se puede decir que se produjo en Inglaterra por su desarrollo económico.

La presencia de un mayor mercado doméstico debería también ser considerada como un catalizador de la Revolución industrial, explicando particularmente por qué ocurrió en el Reino Unido.

La invención de la máquina de vapor fue una de las más importantes innovaciones de la Revolución industrial. Hizo posible mejoramientos en el trabajo del metal basado en el uso de coque en vez de carbón vegetal. En el siglo XVIII la industria textil aprovechó el poder del agua para el funcionamiento de algunas máquinas. Estas industrias se convirtieron en el modelo de organización del trabajo humano en las fábricas.

Además de la innovación de la maquinaria, la cadena de montaje contribuyó mucho en la eficiencia de las fábricas.

Revolución agrícola: aumento progresivo de la producción gracias a la inversión de los propietarios en nuevas técnicas y sistemas de cultivo, además de la mejora del uso de fertilizantes.
El desarrollo del capital comercial: Las máquinas se aplicaron a los transportes y a la comunicación iniciando una enorme transformación. Ahora las relaciones entre patronos y trabajadores son únicamente laborales y con el fin de obtener beneficios.
Cambios demográfico-sociales: la modernización de la agricultura permitió un crecimiento demográfico debido a la mejora de la alimentación. También hubo adelantos en la medicina y en la higiene, de ahí que creciera la población. También hubo una migración del campo a la ciudad porque la ocupación en labores agrícolas disminuyó mientras crecía la demanda de trabajo en las ciudades.
Esta primera revolución se caracterizó por un cambio en los instrumentos de trabajo de tipo artesanal por la máquina de vapor, movida por la energía del carbón. La máquina exige individuos más calificados, produce una reducción en el número de personas empleadas, arrojando de manera incesante masas de obreros de un ramo de la producción a otra. Especialmente del campo a la ciudad.

renacimiento


Renacimiento es el nombre dado al amplio movimiento de revitalización cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes aunque también se produjo la renovación en la literatura y las ciencias, tanto naturales como humanas.

El Renacimiento es fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo.

El nombre Renacimiento se utilizó porque éste retomó los elementos de la cultura clásica. El término simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de predominio de la mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, revisando el teocentrismo medieval y sustituyéndolo por un cierto antropocentrismo.

El historiador y artista Giorgio Vasari había formulado una idea determinante, el nuevo nacimiento del arte antiguo, que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno completamente nuevo en la actitud espiritual del artista. De hecho el Renacimiento rompe, conscientemente, con la tradición artística de la Edad Media, a la que califica como un estilo de bárbaros, que más tarde recibirá el calificativo de gótico. Con la misma consciencia, el movimiento renacentista se opone al arte contemporáneo del Norte de Europa.

Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el Renacimiento significa una «ruptura» con la unidad estilística que hasta ese momento había sido «supranacional».

Sobre el significado del concepto de Renacimiento y sobre su cronología se ha discutido muchísimo; generalmente con el término Humanismo se indica el proceso innovador, inspirado en la antigüedad clásica y en la consolidación de la importancia del hombre en la organización de la realidad histórica y natural, que se aplicó en los siglos XIV y XV.

El Renacimiento no fue un fenómeno unitario desde el punto de vista cronológico y geográfico. Su ámbito se limita a la cultura europea y a los territorios americanos recién descubiertos, donde las novedades renacentistas llegaron tardíamente. Su desarrollo coincide con el inicio de la Edad Moderna, marcada por la consolidación de los estados europeos, los viajes transoceánicos que pusieron en contacto a Europa y América, la descomposición del feudalismo y el inicio de un incipiente capitalismo. Sin embargo, muchos de estos fenómenos rebasan por su magnitud y mayor extensión en el tiempo el ámbito renacentista.
Históricamente, el Renacimiento fue contemporáneo de la Era de los Descubrimientos y las conquistas ultramarinas. Esta «Era» marca el comienzo de la expansión mundial de la cultura europea, con los viajes portugueses y el descubrimiento de América por parte de los españoles, lo cual rompe la concepción medieval del mundo, fundamentalmente teocéntrica. El fenómeno renacentista comienza en el siglo XIV y no antes, aunque al tratarse de un proceso histórico, se elige un momento arbitrariamente para determinar cronológicamente su comienzo, pero lo cierto es que se trata de un proceso que hunde sus raíces en la alta Edad Media y va tomando forma gradualmente.

El desmembramiento de la cristiandad con el surgimiento de la Reforma protestante, la introducción de la imprenta, entre 1460 y 1480, y la consiguiente difusión de la cultura fueron uno de los motores del cambio. El determinante, sin embargo, de este cambio social y cultural fue el desarrollo económico europeo, con los primeros atisbos del capitalismo mercantil. En este clima cultural de renovación, que paradójicamente buscaba sus modelos en la Antigüedad Clásica, surgió a principios del siglo XV un renacimiento artístico en Italia, de empuje extraordinario, que se extendería de inmediato por Hungría y a otras naciones de Europa.

DEISMO



DEISMO

El deísmo es una filosofia que deriva la existencia y la naturaleza de Dios a través de la razón y la experiencia personal, en lugar de hacerlo a través de los elementos comunes de las religiones teístas como la revelación directa, la fe o la tradición. La mención de Dios en este artículo se refiere más a un Creador u Organizador (demiurgo) que al Dios Abrahámico.

Así, uno de los principales postulados de esta filosofía religiosa está basado en la creencia de que Dios existe y creó el universo físico, pero no interfiere con él (postulado que incluye a la evolución teísta). Este postulado se relaciona y origina con una filosofía y movimiento religioso que deriva la existencia y naturaleza de Dios por la razón. Por ello no toma posición sobre lo que hace Dios fuera del universo, en contraste con el fideísmo que se encuentra en muchas enseñanzas del cristianismo,[1] islamismo y judaísmo, que sostiene que la religión depende tanto de la revelación de las sagradas escrituras o del testimonio de otra gente.

Los deístas típicamente también tienden a rechazar los eventos sobrenaturales (milagros, profecías, etc.) y a afirmar que Dios no interfiere en la vida de los humanos y las leyes del universo. Por ello, a menudo utilizan la analogía de Dios como un relojero. Lo que para las religiones organizadas son revelaciones divinas y libros sagrados, la mayoría de deístas entiende como interpretaciones inventadas por otros seres humanos, más que como fuentes autorizadas. Los deístas creen que el mayor don divino a la humanidad no es la religión, sino la habilidad de razonar.

El deísmo cobró notoriedad en los siglos XVII y XVIII durante la Ilustración, especialmente en el Reino Unido, Francia y los Estados Unidos, principalmente entre aquellas personas educadas como cristianas que vieron que no podían creer ni en la Trinidad divina, la divinidad de Jesús, los milagros ni en la infalibilidad de la Biblia; pero que sí creían en un solo dios. Inicialmente, no formaron ninguna congregación, pero con el tiempo el deísmo también ha llevado al desarrollo de otros grupos religiosos, tales como el Unitarismo que se convirtió más tarde en el Unitarismo universalista. Continúa hasta la actualidad en la forma de deísmo clásico y deísmo moderno

ATEISMO


ATEISMO
Ateísmo es la doctrina o posición definida ya sea por el rechazo al teísmo o por la posición de que no existen las deidades. Es inherente al ateo, quien, según el DRAE, niega la existencia de Dios.[1] El Diccionario de Filosofía de José Ferrater Mora comienza su entrada sobre Ateísmo del siguiente modo: Ser ateo, o abrazar el ateísmo, es negar que haya Dios, o negar que haya dioses, o negar que haya alguna realidad que pueda llamarse divina, o todas estas cosas a un tiempo.[2]

En un sentido amplio podría incluirse dentro de la definición de ateísmo, tanto las personas ateas o ateístas, quienes explicitan la no existencia de dioses, como aquellas que, sin creer en su existencia, no tienen evidencia ni convicción para su refutación. En un sentido estricto se excluyen a estos últimos, denominados agnósticos, de la definición de ateos. Los agnósticos rechazan reconocerse como ateos o ateístas ya que consideran inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de l lo que trasciende la experiencia.

REVOLUCION FRANCESA



Los movimientos ideológicos que en el siglo XVIII, especialmente en su segunda mitad, se difundieron por círculos cada vez mayores de la intelectualidad europea y que es habitual resumir en España bajo el nombre de Ilustración, o enciclopedismo, y se llaman en Francia lumières, en Alemania Aufklärung, en Inglaterra rationalismus, en Italia illuminismo, no son en el fondo otra cosa que la continuación del humanismo. Psicológicamente, su raíz es la misma: la imagen realista del universo, intuida por primera vez y expuesta con medios todavía muy inadecuados por los humanistas del siglo XV, y elaborada por los racionalistas del siglo XVIII en forma de verdadera concepción filosófica, gracias al gran progreso realizado en el entretanto por las ciencias de la naturaleza. Ya a los ojos del humanismo había aparecido la religión como el reino de lo irreal y del mito. La ilustración no se limitó a separar el conocimiento racional del religioso, sino que rechazó este último como incompatible con la razón. encia.[3






CONTRARREFORMA



La Reforma Católica o Contrarreforma fue la respuesta a la reforma protestante de Martín Lutero, que había debilitado a la Iglesia. Denota el período de resurgimiento católico desde el pontificado del Papa Pío IV en 1560 hasta el fin de la Guerra de los Treinta Años, en 1648. Sus objetivos fueron renovar la Iglesia y evitar el avance de las doctrinas protestantes.

Se esforzó sobre todo en cuatro temas:

1. Doctrina.
2. Reestructuración eclesiástica, con la fundación de seminarios.
3. Modificación de las órdenes religiosas, haciéndolas volver a sus orígenes espirituales.
4. Vigilancia de los movimientos espirituales, centrándolos en la vida piadosa y en una relación personal con Cristo. Esto incluía a los místicos españoles y a la escuela de espiritualidad francesa.


REFORMA PROTESTANTE

MARTIN LUTERO

sábado, 6 de febrero de 2010

viernes, 5 de febrero de 2010

EL EDICTO DE MILAN


El Edicto de Milán (313), conocido también como La tolerancia del cristianismo, fue un edicto promulgado en Milán que estableció la libertad de religión en el Imperio romano, dando fin a las persecuciones dirigidas por las autoridades contra ciertos grupos religiosos, particularmente los cristianos. El edicto fue firmado por Constantino I y Licinio, dirigentes de los imperios romanos de Occidente y Oriente, respectivamente.

En el momento de la promulgación del edicto, existían en el Imperio cerca de 1.500 sede episcopal y al menos de 5 a 7 millones de habitantes de los 50 que componían al imperio profesaban el cristianismo.[1] Después de la aprobación, se inició según se conoce por los historiadores cristianos, la Paz de la Iglesia.

A pesar de muchos y lastimosos fallos, se debe admitir que Constantino hizo muchas cosas
de gran valor en su tiempo, y que su legislación en general da evidencia de la silenciosa
acción de principios cristianos. (Nota 1.) Él fue el responsable de la redacción del famoso
Edicto de Milán —a veces llamado la Carta Magna de la Cristiandad. Concedía a los
cristianos una libertad total y absoluta para el ejercicio de su religión. Sería difícil encontrar
un mayor contraste que el que se observa entre la posición de la iglesia al principio y al final
del reinado de Constantino. Como bien ha dicho Miller: «La encontró encarcelada en minas,
mazmorras y catacumbas, y excluida de la luz del cielo; y la dejó en el trono del mundo.» Sin
embargo, ello fue en cumplimiento de la profecía inspirada: «Yo conozco tus obras, y dónde
moras, donde está el trono de Satanás» (Ap 2:13)

PERSECUCION DE JULIANO

La persecución de Juliano Juliano el Apóstata, fue el último emperador pagano de la Imperio Romano. Se crió en un momento en que el paganismo estaba en declive, en Roma. Al ser proclamado augusto en el año 361 dC, Juliano de inmediato declaró su fe a los antiguos dioses romanos y empezó a provocar un renacimiento pagano. Sin embargo, fue asesinado en Persia en el año 363 dC y su intento de restaurar el paganismo finalmente fracasó.

Juliano utilizó muchos métodos para romper sutilmente la Iglesia. Recordó a los obispos que habían sido desterrados por las enseñanzas heréticas, clero fue despojado de su derecho a viajar por cuenta del Estado, como lo habían hecho anteriormente, y prohibió a los cristianos enseñar obras clásicas tales como el Ilíada o la Odisea. Juliano fue sustituido por el emperador cristiano Joviano.

PERSECUCION DE DIOCLECIANO

La persecución de Diocleciano, La gran persecución 303-304 La persecución de Diocleciano fue la última, pero la más cruel y larga de todas ellas, pues este emperador quiso reformar el imperio en todos los aspectos y una parte muy esencial de su política era reforzar el culto imperial. Fue instigado a ella por los césares Maximiano y Galerio; hasta ciudades enteras cristianas fueron arrasadas. Fue tan larga esta persecución que fue llamada la Era de los mártires, y entre los más célebres se cuentan varios papas, San Sebastián, San Pancracio y Santa Inés.

PERSECUCION DE VALERIANO

La persecución de Valeriano 256-259 Bajo el reinado de Valeriano, que subió al trono en 253, todos los clérigos cristianos fueron obligados a sacrificar a los dioses romanos. En un edicto de 257, el castigo fue el exilio, en 258, el castigo era la muerte. Senadores cristianos, caballeros y damas fueron también obligados a sacrificar, bajo pena de fuertes multas, reducción de rango y, más tarde, la muerte. Por último, se prohibió a todos los cristianos visitar sus cementerios. Entre los ejecutados por Valeriano se encuentran: San Cipriano, obispo de Cartago, y Sixto II, obispo de Roma. Según una carta escrita por Dionisio durante este tiempo, "hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, doncellas y matronas, soldados y civiles, de toda edad y raza, algunos por la flagelación y el fuego, otros por la espada, han conquistado en la lucha y ganado sus coronas." La persecución terminó con la captura de Valeriano por Persia. Su hijo y sucesor Galieno, revocó los edictos de su padre.

PERSECUCION DE VALERIANO

La persecución de Valeriano 256-259 Bajo el reinado de Valeriano, que subió al trono en 253, todos los clérigos cristianos fueron obligados a sacrificar a los dioses romanos. En un edicto de 257, el castigo fue el exilio, en 258, el castigo era la muerte. Senadores cristianos, caballeros y damas fueron también obligados a sacrificar, bajo pena de fuertes multas, reducción de rango y, más tarde, la muerte. Por último, se prohibió a todos los cristianos visitar sus cementerios. Entre los ejecutados por Valeriano se encuentran: San Cipriano, obispo de Cartago, y Sixto II, obispo de Roma. Según una carta escrita por Dionisio durante este tiempo, "hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, doncellas y matronas, soldados y civiles, de toda edad y raza, algunos por la flagelación y el fuego, otros por la espada, han conquistado en la lucha y ganado sus coronas." La persecución terminó con la captura de Valeriano por Persia. Su hijo y sucesor Galieno, revocó los edictos de su padre.

PERSECUCION DE DECIO

La persecución de Decio, 250-251 La persecución de Decio arrojó numerosos eremitas a los bosques; entre sus mártires se cuentan el papa San Fabián y Santa Águeda; el célebre Orígenes sufrió tales tormentos que murió después a consecuencia de ellos. La persecución de los cristianos se extendió a todo el Imperio durante el reinado de Decio y marcó de forma duradera a la iglesia cristiana.

En enero de 250, Decio publicó un edicto por el que se requería que todos los ciudadanos hicieran un sacrificio para mayor gloria del emperador en la presencia de un oficial romano y así obtener un certificado (Libellus) que demuestrara que lo habían hecho. En general, la opinión pública condenaba la violencia del gobierno y se admiraba de la resistencia pasiva de los mártires con lo que el movimiento cristiano se fortaleció. La persecución de Decio cesó en 251, pocos meses antes de su muerte. La persecución de Decio tuvo repercusiones duraderas para la iglesia: ¿Cómo deben ser tratados los que habían comprado un certificado o había hecho realmente el sacrificio? Parece que en la mayoría de las iglesias, los apóstatas fueron aceptados de nuevo al seno de la iglesia, pero algunos grupos se les negó la entrada a la iglesia. Esto plantea importantes cuestiones acerca de la naturaleza de la Iglesia, el perdón, y el alto valor del martirio. Un siglo y medio más tarde, San Agustín discutió con un influyente grupo llamados Donatistas, que se separó de la Iglesia Católica porque ésta abrazó a los que se habían acobardado.

PERSECUCION DE MAXIMIO

La persecución de Maximino, 235 Maximino el Tracio inició una persecución dirigida principalmente contra los jefes de la Iglesia en el año 235. Una de sus primeras víctimas fue Ponciano, que con Hipólito fue desterrado a la isla de la Cerdeña.

PERSECUCION DE SEPTIMIO SEVERO

La persecución de Septimio Severo, 202-210 Otro emperador bajo quien los cristianos sufrieron terriblemente fue Septimio Severo que gobernó desde el 193-211. Durante su reinado, Clemente de Alejandría dejó escrito: "Muchos mártires son quemados a diario, confinados o decapitados, ante nuestros ojos."

Septimio Severo usó la persecución como pretexto para atribuir a los cristianos la peste y el hambre que asolaban el imperio; en esta persecución, especialmente violenta, sufrieron martirio Santa Cecilia y su esposo Valeriano y tuvo lugar el famoso episodio de la Legión fulminante.

El emperador Severo quizás no estaba personalmente en contra de los cristianos, pero la iglesia estaba ganando poder y la adesión masiva de fieles condujo al sentimiento popular anti-cristiano y su persecución en Cartago, Alejandría, Roma y Corinto aproximadamente entre 202 y 210.

En el 202 Séptimio promulgó una ley que prohíbía la difusión del cristianismo y el judaísmo. Este fue el primer decreto universal prohibiendo la conversión al cristianismo. Estallaron violentas persecuciones en Egipto y África del Norte. Leonides, defensor del cristianismo, fue decapitado. Su hijo Orígenes fue perdonado porque su madre escondió su ropa. Una joven fue cruelmente torturada y luego quemada en una caldera de brea ardiente con su madre. Perpetua y Felicidad que fueron martirizadas durante este tiempo, al igual que muchos estudiantes de Orígenes de Alejandría.

PESECUCION DE MARCO AURELIO

La persecución de Marco Aurelio considera que la doctrina cristiana de la inmortalidad del alma, con sus consecuencias morales, suponía una ideología peligrosa para el bienestar del estado. Una ley aprobada bajo su reinado y dirigida a los cristianos, sancionaba con el exilio y la confiscación de los bienes de quienes trataba de influir en la mente de la gente por el miedo de la divinidad. En todo caso, su reinado fue una época tormentosa para la iglesia. A pesar de que las persecuciones no puedan estar directamente relacionadas con él, la ley de Trajano era suficiente para justificar las medidas más severas contra los seguidores de la religión "prohibida".

Tradicionalmente se ha pensado que durante el reinado de Marco Aurelio, Policarpo, Obispo de Esmirna, fue martirizado, pero las nuevas estimaciones sitúan bajo el imperio de Antonino Pío, y más concretamente, el procónsul de Asia Menor, Estacio Cuadrado.

Uno de los mayores actos de violencia registrados contra los cristianos en el tiempo de Marco Aurelio fue la persecución de Lyon, que tuvo lugar en el 177 AD. Más de 48 cristianos fueron asesinados durante la misma.

PERSECUCION DE TRAJANO

La persecución de Trajano, 109-111 Entre 109 y 111 dC, Plinio el Joven fue enviado por el emperador Trajano (98-117) a la provincia de Bitinia como gobernador. Durante su mandato, Plinio encuentran a los cristianos, y escribe al emperador sobre ellos. El gobernador indicó que había ordenado la ejecución de varios cristianos. Sin embargo, no estaba seguro de qué hacer con aquellos que dijeron que ya no eran cristianos, y pidió a su consejo de Trajano. El emperador respondió que los cristianos no deben ser buscados y que las acusaciones anónimas deben ser rechazadas como una muestra "indigna de nuestra época", y si se retractan y "adoran a nuestros dioses", deben ser liberados. Los que persistan, sin embargo, deben ser castigados.

PERSECUCION DE DOMICIANO


La persecución de Domiciano, 81-96 Otro emperador que se recuerda por su crueldad con los cristianos fue Domiciano, entre los años 81 y 96.

PERSECUCION DE CONSTANTINO

La persecución de Constantino, siglo II mediados del siglo II, las turbas estaban predispuestas a tirar piedras a los cristianos. La Persecución de Lyon fue precedida por la violencia colectiva, incluyendo asaltos, robos y lapidaciones
Además hubo persecuciones de forma inconexa hasta el siglo III, aunque la Apologética de Tertuliano de 197 fue escrita ostensiblemente en defensa de los cristianos perseguidos y dirigida a los gobernadores romanos. El edicto de Septimio Severo, familiar en la historia del cristianismo es puesto en duda por algunos historiadores seculares por conocerse fuera del martirologio cristiano.

Según la documentación del Imperio, la primera gran persecución tuvo lugar bajo Maximino el Tracio, aunque sólo afectó al clero. No fue sino hasta Decio a mediados del siglo, que una persecución de los cristianos laicos de todo el Imperio se llevó a cabo. Fuentes cristianas aseveran que se emitió un decreto que requería sacrificios públicos, un trámite equivalente a un testimonio de fidelidad al emperador y al orden establecido. Decio autorizó varias comisiones itinerantes para visitar las ciudades y aldeas y supervisar la ejecución de los sacrificios y para entregar los certificados por escrito a todos los ciudadanos que las efectuasen. Los cristianos a menudo tuvieron oportunidad de evitar el castigo efectuando sacrificios públicos o quemando incienso en honor a los dioses romanos, pero si se negaban eran acusados por los romanos de impiedad. La negativa era castigada con arresto, encarcelamiento, tortura y ejecuciones. Los cristianos huyeron a refugios en el campo, y algunos compraron sus certificados de sacrificio, denominados libelli. Varios municipios próximos a Cartago debatieron la cuestión de en qué medida la comunidad debería aceptar a estos cristianos lapsos.

PESECUCION DE NERON


La persecución de Nerón, Una de las más famosas y quizá la más temprana es la originada por el emperador Nerón, en torno al cual se originó la leyenda de su autoría del incendio que acabó con varios barrios de la ciudad de Roma. El historiador Cornelio Tácito escribió a principios del siglo II que ante el rumor popular de que el incendio se había originado por orden superior, halló en los cristianos los chivos expiatorios que en principio satisficieron la ira del populacho. Fueron cruelmente reprimidos, según Los Anales de Tácito. Suetonio, otro escritor prominente de principios del siglo II corrobora la versión, señalando que entre las obras públicas de Nerón se contaba "persiguió a los cristianos". No obstante, no hay registro explícito de esta persecución en las escasas fuentes cristianas del siglo I. Solamente, por la 1 de Clemente puede asociarse de alguna manera la citada represión con el martirio de los apóstoles Pedro y Pablo.

PERSECUCIONES

Numerosos cristianos han sufrido persecuciones por parte de no cristianos e incluso de otros cristianos de creencias diversas o más o menos estrictas durante la historia del Cristianismo. Tal persecución admitía varios grados, desde el arresto sin garantías, la mengua de derechos públicos, el encarcelamiento, el azotamiento y la tortura, la ejecución, llamada por ellos martirio, pasando por el pago de un impuesto suplementario (como el caso de los mozárabes), la confiscación de sus bienes o incluso la destrucción de la sus propiedades, su arte, sus libros y sus símbolos o la incitación a abjurar de sus principios y delatar a otros cristianos.

Persecucuón de los cristianos por los judíos [editar]El Nuevo Testamento dice que los primeros cristianos (comenzando por el propio Jesús) sufrieron persecución a manos de los jefes judíos de esa época. También relata el principio de persecuciones por los romanos. El término «los judíos» es usado con frecuencia en una forma indiscriminada que ha sido causa de controversia.

Según el Nuevo Testamento, la persecución de los primeros cristianos continuó después de la muerte de Jesús. Pedro y Juan fueron encarcelados por los jefes judíos, incluido el sumo sacerdote Ananías, quien no obstante los liberó más tarde os, pero fueron liberados por un ángel Los scapado, fueron llevados nuevamente ante el Sanedrín, pero esta vez Gamaliel convenció al Sanedrín de liberarlos .

La razón más probable de la persecución es que los judíos cristianos predicaban el inminente regreso del Rey de los Judíos y el establecimiento de su reino. A oídos romanos, tal conversación era sediciosa. Los romanos dieron a los judíos en ese tiempo un autogobierno limitado; las principales obligaciones de los líderes judíos eran recolectar impuestos para Roma y mantener el orden civil. Así, los líderes judíos tendrían que suprimir cualquier conversación sediciosa. A menudo cuando los líderes judíos no suprimían los conatos sediciosos, eran enviados a Roma para ser juzgados.

CONSTANTINO


Constantino no fue cristiano ni por un solo instante, y esto se deduce por sus acciones poco piadosas (venció a sus enemigos a sangre y fuego, ejecutando a quién le pudiera hacer sombra, como por ejemplo hizo con Licinio, y asesinó a su hijo y su esposa a sangre fría) y por el hecho de que si bien les dio a los cristianos libertad de culto (Edicto de Milán, 313), jamás prohibió un solo Dios pagano, ni persiguió a los que practicaban estos cultos.

Sin embargo sus intervenciones en el Concilio de Nicea, en 325, fueron de imponer la unidad de acción en el cristianismo, condenar la herejía del arrianismo, para que la religión fuera fuerte y unida, y oficializar el cristianismo que a partir de allí usaría toda la estructura del estado romano y acompañaría al emperador siempre en sus decisiones.

Constantino hizo del cristianismo un instrumento de poder en el cual se irían apoyando cada vez más los emperadores romanos, siguiendo su ejemplo.

Constantino I el Grande fue Emperador de los romanos desde su proclamación por sus tropas el 25 de julio de 306, y gobernó un Imperio romano en constante crecimiento hasta su muerte.

Legalizador de la religión cristiana por el Edicto de Milán en 313, Constantino es conocido también por haber refundado la ciudad de Bizancio llamándola «Nueva Roma» o Constantinopla Convocó el Primer Concilio de Nicea en 325, que otorgó legitimidad legal al cristianismo en el Imperio romano por primera vez. Se considera que esto fue esencial para la expansión de esta religión, y los historiadores, desde Lactancio y Eusebio de Cesarea hasta nuestros días, le presentan como el primer emperador cristiano, si bien fue bautizado cuando ya se encontraba en su lecho de muerte, tras un largo catecumenado. Solo la Iglesia Ortodoxa lo venera como santo.

ORIGENES DEL CRISTIANISMO

En el Imperio Romano durante el siglo III se vivía una crisis enorme con guerras civiles constantes invasiones de pueblos bárbaros, emperadores asesinados uno tras otro y un pueblo que fue dejando de creer que ser romano era un privilegio que perdió el orgullo de pertenecer a ese fantástico Imperio de Augusto, Trajano, Adriano y tantos otros hombres talentosos.

En el marco de esa crisis también los Dioses fueron cayendo en desgracia se fueron mezclando con ídolos orientales y otras religiones de pueblos vecinos que en el marco de la total libertad de culto romana hacían crecer su influencia sobre un pueblo descreído.

Una de esas religiones el cristianismo iba aumentando poco a poco su caudal de seguidores pero no sin sufrir de vez en cuando fuertes persecuciones así como también edictos de los emperadores de turno que los obligaban a rendir culto a los paganos.

El cristianismo no aceptaba otro Dios que no sea el suyo, por eso no pudo agregarse a las religiones romanas, ya que las excluía a todas, de la misma manera que lo hacía el judaísmo.

En 285 toma el poder Diocleciano, y allí se produce una de las más sangrientas persecuciones de la historia: el emperador pudo ver el peligro que representaba para el Imperio Romano tradicional la propagación de una religión tan distinta en su espíritu a las religiones clásicas.

Sin embargo, luego de la guerra civil que envolvió por muchos años a los tetrarcas, con las victorias de Constantino sobre Majencio, Maximiano y Licinio, el nuevo gobernante único de Roma se dio cuenta del poder que podría representar la nueva religión si se ponía de su lado, necesitado como estaba de asentar su gobierno con una sólida base.






COMIENZO DEL CRISTIANISMO

El critianismo comenzo entre un pequeño numero de judios. En el siglo III del cristianismo crecio hasta convertirse en la congregacion dominante en el norte del mundo mediterraneo. tambien se extendio de forma importante al este y al sur del mediterraneo. los hechos que
acontecieron en los primeros años del cristianismo se relata en el libro de los hechos de los apostoles actualmente se cuestiona la veracidad de estos relatos debido a la gran poliferacion de libros falsos sobre los hechos de los apostoles que abundaban durante el cristianismo primitivo.

Video De la Historia de La iglesia